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PUNTOS CLAVE
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Durante uso normal, suciedad, partículas de proteína y gérmenes pueden llegar a las lentes de contacto. Los gérmenes pueden provocar infecciones oculares graves que pueden llegar a producir ceguera. Una limpieza adecuada de las lentes de contacto acaba con estos gérmenes. La limpieza también evita la irritación de los ojos y elimina las sustancias que pueden reducir la duración de las lentes.
Las lentes permeables a los gases (PG) requieren:
Las lentes blandas requieren soluciones que incluyen:
Además de limpiar tus lentes para eliminar la suciedad y los gérmenes, tu profesional médico de la vista puede recomendar la limpieza con enzimas para ayudar a eliminar los depósitos de proteínas.
Puedes usar una solución polivalente para limpiar, enjuagar, desinfectar y guardar tus lentes de contacto. Esto te permite limpiar las lentes, enjuagarlas por el tiempo indicado y desinfectarlas con la misma solución. Con las soluciones polivalentes no necesitas otros productos para el cuidado de las lentes.
Puedes usar soluciones de peróxido de hidrógeno para limpiar, desinfectar, enjuagar y guardar tus lentes de contacto. Este tipo de sistema de limpieza no tiene conservantes y es una buena opción para personas que no toleran las soluciones polivalentes. El peróxido de hidrógeno puede picar, quemar y dañar permanentemente tus ojos, por lo que siempre debes usar un neutralizador con desinfección de peróxido antes de insertar tus lentes de contacto. La solución neutralizante hace que el peróxido sea seguro para tus ojos.
Hay dos formas de usar el peróxido de hidrógeno para la limpieza de lentes de contacto. El proceso en un solo paso neutraliza las lentes durante la fase de desinfección, mientras que el proceso en dos pasos neutraliza las lentes después de la fase de desinfección.
Las lentes se deben limpiar y desinfectar cada noche. Si llevas lentes de contacto blandas de uso diario o lentes de reemplazo frecuente, límpialas y desinféctalas todas las noches. Los profesionales médicos de la vista recomiendan quitarte las lentes de contacto antes de irte a dormir, incluso las de reemplazo frecuente. Las lentes de uso diario deben ser desechadas. No intentes limpiarlas para usarlas de nuevo.
Para limpiar y desinfectar tus lentes correctamente, sigue las instrucciones que vienen con tu producto de limpieza. Siempre manipula tus lentes de contacto suavemente porque las lentes de contacto blandas se puede desgarrar. Asegúrate de prestar atención a cuál es el lente de tu ojo derecho y cuál es el lente de tu ojo izquierdo. Para ayudarte a no confundirte, siempre maneja la lente derecha primero.
Asegúrate de que las soluciones estén claramente identificadas para no confundir los botes. Algunas soluciones pueden irritar o dañar los ojos si se aplican directamente.
En general, seguirás estos pasos:
En la limpieza con enzimas se usa un producto de limpieza especialmente indicado para eliminar los depósitos de proteínas que se acumulan en las lentes de contacto blandas. Las proteínas pueden acumularse y estropear las lentes, además de irritarle los ojos. La limpieza con enzimas puede eliminar estas proteínas, pero no quita la suciedad ni los aceites, y no acaba con los gérmenes. Necesitarás otros productos para limpiar y desinfectar las lentes de contacto.
La limpieza con enzimas se suele hacer una vez en semana, a menos que tu profesional médico de la vista te indique otra cosa. Usa el limpiador enzimático el mismo día cada semana para ayudarte a recordar cuándo debes hacerlo.
Necesitas un limpiador enzimático aprobado por tu profesional médico de la vista, dos ampollas plásticas pequeñas que generalmente vienen con el limpiador enzimático y una solución salina estéril para enjuagar. No es seguro usar agua del grifo con tu limpiador enzimático. El agua del grifo puede estar contaminada. No uses agua destilada en lugar de la solución salina. La solución salina es más segura que para tus lentes.
Para usar el limpiador con enzimas adecuadamente, sigue estos pasos:
Repite los pasos 4 y 5 con la otra lente.
Hoy día hay a la venta muchos productos para el cuidado de las lentes. Las soluciones pueden contener diferentes conservantes. Si algunas lentes entran en contacto con más de un conservante, puede producirse una reacción química. Esta reacción puede irritar los ojos o decolorar las lentes de contacto. Algunas lentes de contacto se decoloran si cambia a un producto que contiene peróxido de hidrógeno para limpiarlas. Incluso cambiar de una marca de limpiador con peróxido de hidrógeno a otra puede dañar sus lentes. Usar el limpiador enzimático incorrecto puede dañar sus lentes.
Las lentes de contacto blandas suelen ser las más delicadas. Pero también hay problemas con las lentes permeables a los gases. Por ejemplo, algunas soluciones de enjuague o humectantes pueden dejar pegajosas las lentes permeables a los gases.
Tu profesional médico de la vista puede recomendar ciertos productos basado en lo que es mejor para tus lentes y más seguro para tus ojos. Siempre consulta con tu profesional médico de la vista antes de cambiar las soluciones de las lentes de contacto. Siempre lee las etiquetas de las soluciones de tus lentes de contacto. Sigue las instrucciones atentamente.