______________________________________________________________________
PUNTOS CLAVE
________________________________________________________________________
El síndrome de intestino irritable (SII) es un trastorno prolongado en el cual el intestino grueso no siempre funciona normalmente. El intestino grueso también se llama el colon. Aunque el SII puede causar mucha molestia, no daña los intestinos. No es un trastorno peligroso o que pone en peligro la vida.
El SII es distinto a la enfermedad inflamatoria de intestino (EII). La EII incluye la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, que causa hinchazón, enrojecimiento, llagas o perforaciones en la pared del intestino.
Su hija puede tener episodios (brotes) a lo largo de la vida. Aunque todavía no se ha encontrado una cura, por lo general el trastorno so puede controlar.
Se desconoce la causa exacta del SII. Puede estar vinculado a cambios en cómo funcionan juntos los nervios y los músculos en los intestinos. Por ejemplo, a veces los nervios en los intestinos de su hija pueden hacer que los músculos aprieten demasiado cuando ella come. Esto puede hacer que los alimentos pasen a través de los intestinos demasiado rápido, causando gases, hinchazón de vientre, retorcijones y diarrea. Otras veces, puede que los músculos no aprieten lo suficiente, lo cual retrasa el pasaje de comida y causa retorcijones y estreñimiento.
Es posible que su hija tenga un mayor riesgo de tener SII si alguien en su familia tiene el trastorno. Algunas alimentos pueden desencadenar ataques. Otros posibles desencadenantes de los ataques son los cambios hormonales, el estrés, y una enfermedad como la gripe intestinal. Otros factores de riesgo son la depresión, ansiedad, los trastornos de personalidad y antecedentes de abuso sexual en la niñez.
Aunque los síntomas del SII son distintos de una persona a otra, es posible que descubra que los síntomas siguen un patrón predecible. Los síntomas más comunes incluyen:
Puede que los niños que frecuentemente tengan diarrea no quieran ir al colegio ni quieran estar con otros niños. Los niños con el SII se pueden deprimir y volver ansiosos.
El profesional médico de su hija le hará preguntas sobre la historia clínica y los síntomas de su hija y la hará un reconocimiento. No existe una prueba específica para detectar el SII. Por lo general, el diagnóstico está basado en los síntomas. Es posible que a su hija le hagan pruebas o estudios de imagen para verificar otras posibles causas de sus síntomas.
Para encontrar alimentos que pueden estar causándole síntomas de alergia, es posible que el profesional médico de su hija le pida que registre:
Si los síntomas de su hija no son graves, el profesional médico de su hija le puede sugerir que intente averiguar qué alimentos provocan los síntomas al no dejar que su hija coma ciertos alimentos por un tiempo. Por ejemplo, su hija puede dejar de consumir leche y productos lácteos o productos de trigo por un tiempo. Después puede volver a agregar esos alimentos de nuevo, uno a la vez, para ver si a su hija le vuelven los síntomas. Pregúntele al profesional médico de su hija qué alimentos debería evitar inicialmente su hija.
No se conoce una cura para el SII. No obstante, controlar la dieta y manejar el estrés ayuda a aliviar los síntomas la mayoría del tiempo. A veces, los medicamentos también pueden ayudar.
Pregúntele al profesional médico de su hija sobre los beneficios de consultar con una dietista para aprender lo que su hija necesita en una dieta saludable. Consulte con el profesional médico de su hija sobre si su hija debería comer más o menos alimentos altos en fibra. Su hija puede probar comer comidas más pequeñas con mayor frecuencia cada día en vez de sólo 2 o 3 comidas grandes. Es posible que su hija deba evitar ciertos alimentos como alimentos con mucha grasa, algunos productos lácteos, bebidas con alcohol, cafeína, edulcorantes, frijoles, repollo, coliflor, brócoli y fruta cruda. Otros alimentos que pueden causar síntomas incluyen:
Ayude a su hija identificar las cosas que causan estrés y sugiera formas para ayudar a controlarlas. Orientación psicológica, relajación o técnicas de biorretroalimentación pueden ayudar a su hija a manejar el estrés. Consulte con el maestro de su hija sobre las maneras en que la escuela puede ayudar.
Ejemplos de medicamentos que su profesional médico quizás le recete son:
Cumpla con todo el plan de tratamiento recetado por el profesional médico de su hija. Pregúntele al profesional médico:
Asegúrese de saber cuándo debe regresar su hija a revisión.