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PUNTOS CLAVE
- Conozca bien a su hijo, para así poder notar cualquier cambio de comportamiento.
- Algunas formas de comportamiento son más comunes a ciertas edades. Un comportamiento problemático a cualquier edad incluye pelear o hacer daño a otros niños, distanciarse de otras personas, o estar triste o deprimido la mayor parte del tiempo.
- Si su hijo tiene un comportamiento problemático por más de unas pocas semanas, o si usted no puede hacer frente al comportamiento por sus propios medios, acuda a su profesional médico o a un terapeuta de salud mental. Busque atención de emergencia si su hijo tiene pensamientos de suicidio o de autolesión, violencia o lastimar a otros.
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¿Cómo puedo saber si el comportamiento de mi hijo es un problema?
Usted puede preguntarse si el comportamiento de su hijo es normal o si algo serio está sucediendo. La mayoría de los niños se portan mal son infelices a veces. El comportamiento de su hijo puede parecer distinto al comportamiento de otros niños de la misma edad. Su hijo puede comportarse de manera distinta a como lo hacía en el pasado. Estos cambios pueden ser graduales o pueden comenzar de forma repentina. Usted necesita considerar:
- La edad de su hijo
- El tipo de problema que está teniendo su hijo
- Cuánto tiempo ha durado el problema
- Cambios que afectan su hijo, como el divorcio o la muerte de un amigo o un pariente
Cada edad y cada etapa de desarrollo implica sus propios desafíos. Aquí tiene algunas pautas para los comportamientos problemáticos en las distintas etapas:
Bebés, Niños Pequeños y Niños Preescolares: Algunas rabietas son partes del desarrollo normal de un niño y no se pueden prevenir. Por ejemplo, es normal que los bebés o niños pequeños sientan ansiedad por separación cuando se separan de sus padres. Sin embargo, comuníquese con su profesional médico para pedir ayuda si su bebé o niño pequeño:
- Grita, llora la mayor parte del tiempo o no le responde en absoluto
- Rompe cosas a propósito
- Empuja, da patadas, muerde o pega a otros niños con regularidad
Niños en Edad Escolar: Su hijo puede necesitar ayuda profesional si:
- Tiene muchos problemas para hacer y mantener amistades
- Frecuentemente hostiga o se pelea con otras personas
- Depende demasiado de usted
- No tiene buen desempeño escolar o evita ir a la escuela
- Tiene problemas para enfocarse la mayor parte del tiempo, tanto en casa como en la escuela
- Miente o hace trampas con regularidad
- Desafía las reglas y la autoridad en el hogar y en la escuela mucho más de lo que es usual para los niños de su edad y sexo.
Su hijo se distancia de otros, parece estar triste la mayor parte del tiempo, o hace comentarios como "estaría mejor muerto", obtenga ayuda de un profesional de salud mental de inmediato
Adolescentes: Su adolescente puede tener muchos cambios de humor y a veces puede ser desafiante. Algo de esto es comportamiento normal de adolescentes. Sin embargo, su adolescente puede tener problemas si:
- Se distancia de otras personas y quiere estar solo la mayor parte del tiempo
- Tiene problemas en la escuela, falta a la escuela frecuentemente o deja de ir a la escuela
- Deja de prestar atención a la higiene personal
- Se porta de forma inusual como estar despierto toda la noche varias noches seguidas, o piensa que hay personas detrás de el
- Está muy ansioso o comienza a tener ataques de pánico
- Se hace daño cortándose, quemándose o dándose golpes en la cabeza
- Destruye propiedad, roba o amenaza a las personas
- Abusa drogas o alcohol
- Parece deprimido o habla o bromea sobre matarse
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo?
Conozca bien a su hijo, para así poder notar cualquier cambio de comportamiento. Tome un interés activo en lo que está haciendo su hijo o adolescente en la escuela u otras actividades de las que disfruta. Anime a su hijo a hablar con usted sobre lo que está haciendo y cualquier preocupación que pueda tener. Permita que su hijo hable sobre los acontecimientos o cambios estresantes. El apoyo y la comprensión que le brinde a su hijo podrán ayudarlo a manejar el estrés.
- Sea un buen modelo a seguir. Frecuentemente su hijo seguirá su ejemplo y tratará de hacer lo que hace usted. Dé un buen ejemplo y maneje a su hijo con calma y tranquilidad.
- Sea coherente. Establezca reglas claras y dígale a su hijo lo que espera de él. Note si su hijo hace esfuerzos por comportarse y recompense buenos comportamientos. No use ira ni grite cuando impone la disciplina a su hijo.
- Apoye su hijo. Anime a los niños a hablar acerca de cualquier cosa sobre la que quieran hablar. Sepa escuchar. Esto ayuda a los niños a comenzar a darse cuenta de que sus sentimientos y pensamientos son realmente importantes y que usted jamás deja de preocuparse. Si su hijo lo excluye, no se aleje. Hágales saber a los niños que usted estará ahí siempre para lo que necesiten.
- Ayude a su hijo a aprender a manejar el estrés. Enseñe a los niños y adolescentes a respirar profundamente u otras técnicas de relajación cuando se sientan estresados. Ayude a su hijo a buscar maneras de relajarse, por ejemplo, tomando a un pasatiempo nuevo, escuchando música, viendo películas o dando paseos. Ayude a su hijo a aprender a manejar conflictos y cooperar con los demás.
- Cuide de la salud física de su hijo. Asegúrese de que su hijo siga una dieta saludable, descanse lo suficiente y haga ejercicio todos los días. Enseñe a los niños y adolescentes a evitar el alcohol, la cafeína, la nicotina y las drogas.
- Comuníquese con el profesional médico o terapeuta de su hijo si tiene cualquier pregunta o si los síntomas de su hijo parecen empeorar.
Busque atención de emergencia si su hijo tiene pensamientos de suicidio o autolesión, violencia o lastimar a otros.
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Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.