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PUNTOS CLAVE
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La terminación de embarazo es el acto de interrumpir un embarazo por voluntad propia. Utiliza cirugía o medicamentos para prevenir el parto con vida de un bebé. También se puede llamar aborto provocado o terapéutico.
La mayoría de las veces se realiza un aborto provocado porque el embarazo no es planeado o deseado. Algunas veces existen razones de salud por las cuales se hace un aborto provocado, por ejemplo:
Hay consejeras especialmente capacitadas que te pueden ayudar a explorar tus opciones y responder a tus preguntas. El objetivo de la consejería es brindarte información para ayudarte a tomar tu decisión.
Hacer frente a un embarazo no planeado o no deseado es muy duro. Hablar con tu profesional médico, pareja, familia, consejero de la escuela, los maestros, o el clero puede ayudarte a pensar en las opciones y decidir qué hacer. Este no es un tema fácil de hablar, pero necesita contar con buena información para tomar buenas decisiones. Si decides interrumpir el embarazo, esperar demasiado tiempo puede ponerte en riesgo o hacer que esta opción ya no sea una opción.
La mayoría de los estados exigen que se notifique a los padres antes de realizar un aborto provocado. Algunos estados requieren el permiso de los padres si eres menos de los 18 años.
Si decides hacerte un aborto provocado:
El tipo de procedimiento utilizado para un aborto provocado depende de las semanas de embarazo y de las leyes estatales y federales. Debes consultar con tu profesional médico sobre tus opciones. Las leyes sobre abortos provocados pueden ser distintas dependiendo del estado en el que resides.
Este procedimiento se puede hacer a comienzos del embarazo, dentro de la primera 5 o 6 semanas después del primer día de tu última menstruación. Se puede hacer en el consultorio de tu profesional médico. Tu profesional médico colocará un espéculo en tu vagina, como si fuera a hacer una prueba de Papanicolaou. A continuación, tu profesional médico entonces insertará un tubo delgado en tu útero a través del cuello uterino. Conectará el tubo a una bomba de vacío. La bomba aspirará el tejido del embarazo de tu matriz.
Puede ser que te den un medicamento que se toma por boca para terminar un embarazo. Se puede usar en las primeras 7 semanas después del primer día de tu última menstruación. Bloquea una de las hormonas que necesitas para seguir embarazada. Uno o 2 días después de haber tomado este medicamento comenzarás a tener sangrado vaginal. En general, 2 días después de haber tomado el primer medicamento tomarás otro medicamento distinto. Este segundo medicamento causa espasmos en el útero y lo ayuda a vaciarse. Después de haber tomado ambos medicamentos, es posible que tu profesional médico te haga un estudio de ultrasonido para confirmar que todo el tejido del embarazo se haya eliminado.
La aspiración con raspado es un procedimiento quirúrgico realizado en un quirófano, sala de emergencia o en el consultorio de tu profesional médico. También se llama legrado uterino por aspiración, o dilatación y curetaje por aspiración. Se puede realizar 7 a 13 semanas después del primer día de tu última menstruación.
Antes del procedimiento te darán un anestésico local o regional para que no sientas dolor. La anestesia local adormece sólo la parte del cuerpo donde se realizará el procedimiento. La anestesia regional adormece parte del cuerpo mientras permaneces despierta. También es posible que te den un medicamento para ayudar a relajarte.
Tu profesional médico dilatará (abrirá) el cuello uterino con un medicamento o instrumento e insertará un pequeño tubo dentro de tu útero a través del cuello uterino. Conectará el tubo a una bomba de vacío. La bomba aspirará el tejido del embarazo de la matriz. Tu profesional médico también puede usar un instrumento que se parece a una cuchara, llamado cureta, para raspar las paredes de tu matriz y asegurarse de haber sacado todo el tejido del embarazo.
Una D y E es un procedimiento que se efectúa si estás entre las 13 y 21 semanas del embarazo. Debido a que el bebé es más grande en esta etapa del embarazo, puede que tu cuello uterino necesite prepararse 24 a 48 horas antes del procedimiento. Para preparar el cuello uterino, tu profesional médico colocará suavemente un material especial dentro del cuello uterino que hace que el cuello uterino se agrande lentamente. Generalmente te iras a casa por uno o dos días mientras tu cuello uterino se abre lo suficiente.
La D y E se realiza en un quirófano. Recibirás un anestésico general para que no sientas dolor. La anestesia general relaja tus músculos y te pone en un sueño profundo. Tu cuello uterino se puede abrir más suavemente con varillas de metal y el tejido del embarazo se extirpa con instrumentos y succión. Te darán un medicamento por vía intravenosa para contraer el útero y ayudarlo a recobrar su tamaño normal.
Si tu bebé tiene un defecto de nacimiento grave, para realizar un aborto provocado después de 14 a 16 semanas de embarazo, se pueden usar ciertos medicamentos. Estos medicamentos hacen que te pongas de parto. El medicamento en general se administra en el hospital. Recibirás un anestésico local o regional para evitar que sientas dolor durante el procedimiento. Tu profesional médico pondrá el medicamento en tu vagina hasta que expulses al bebé y otros tejidos del embarazo. Puede pasar hasta 24 horas después de comenzar el medicamento hasta que se expulse el bebé.
Después de cualquiera de estos procedimientos, es posible que igualmente haya que hacer un legrado uterino para eliminar cualquier tejido del embarazo que haya quedado en el útero.
Después del procedimiento, puedes quedarse en un área de recuperación durante al menos unas horas o toda la noche, según lo que se realizó durante el procedimiento.
Es normal tener cólicos por unos días después del aborto provocado mientras el útero se contrae a su tamaño normal. También es normal tener una pequeña cantidad de sangrado vaginal por varios días. El tiempo de recuperación puede ser mayor si el aborto provocado se realizó después de las 16 semanas de embarazo.
Pregúntale a tu profesional médico:
Asegúrate de saber cuándo debes regresar a revisión. No dejes de acudir a todas tus citas con tu profesional médico o para realizar pruebas.
Todo procedimiento o tratamiento tiene riesgos. Algunos posibles riesgos de este procedimiento incluyen:
Pregúntele a su profesional médico qué riesgo puede haber en tu caso. Asegúrate de hacer cualquier otra pregunta o hablar sobre otras inquietudes que puedas tener.