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Trastorno de Adaptación En Niños

(Adjustment Disorders in Children)

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PUNTOS CLAVE

  • Un trastorno de la adaptación es una forma de reaccionar al estrés que dura menos de 6 meses.
  • Los síntomas de un trastorno de adaptación pueden incluir depresión, ansiedad o problemas de comportamiento.
  • El tratamiento puede incluir terapia, aprender formas de manejar el estrés, y a veces medicamentos.

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¿Qué es un trastorno de adaptación?

Un trastorno de adaptación es una reacción al estrés que dura menos de 6 meses después del acontecimiento estresante. El estrés puede ser un cambio en la familia, como una mudanza, un divorcio, un nacimiento o la muerte de una mascota. Puede ser un acontecimiento muy estresante como abuso o maltrato, una agresión sexual, un accidente de automóvil grave o una tragedia nacional. Si un niño tiene un trastorno de adaptación, la reacción del niño parece ser desproporcionada con relación a lo que sucedió y entorpece las actividades diarias.

¿Cuál es la causa?

Se desconoce por qué un niño desarrolla un trastorno de adaptación mientras otro niño no. No se cree que los trastornos de adaptación sean causados por algo físico. Los niños y adolescentes varían en su temperamento, experiencias pasadas, vulnerabilidad y habilidades para sobrellevar la situación. Su madurez y sistema de apoyo también tienen algo que ver con la forma en que reaccionan. Abuso físico o abandono en la primera infancia aumentan el riesgo. Los estresantes también varían en la gravedad de la experiencia, si vuelve a ocurrir y cómo reaccionan los padres ante el evento.

¿Cuáles son los síntomas?

Su hijo puede:

  • Llorar fácilmente y notarse triste
  • Estar muy irritable o tener arrebatos de enojo
  • Destruir propiedad o meterse en peleas
  • Tener miedo de que lo separen de los padres
  • Tener síntomas físicos como dolores de cabeza o estómago
  • Tener problemas para concentrarse y realizar su desempeño escolar
  • Tener problemas para dormirse o quedarse dormido, o tener pesadillas
  • Tener cambios de apetito
  • Perder interés en las actividades que antes disfrutaba
  • Mostrar reacciones emocionales repentinas y extremas como ansiedad, pánico, enojo o culpabilidad
  • Preocuparse todo el tiempo, estar nervioso y sobresaltarse fácilmente

¿Cómo se diagnostica?

Si los síntomas de su hijo duran más de 3 meses después del acontecimiento e interfieren con la vida cotidiana, consulte al profesional médico de su hijo. El profesional médico de su hijo le hará preguntas sobre los síntomas de su hijo, sus antecedentes médicos y familiares y cualquier medicamento que está tomando su hijo. Puede que a su hijo le hagan algunas las pruebas de laboratorio para descartar la posibilidad de problemas médicos como desequilibrios químicos. Si los síntomas de su hijo no tienen una causa física, usted puede ser derivado a un especialista en salud mental. El especialista en salud mental preguntará sobre el desarrollo, las emociones y formas de comportamiento de su hijo, y el acontecimiento estresante.

¿Cómo se trata?

El tratamiento se basa en la edad de su hijo, salud general, historia clínica y síntomas. La terapia individual, así como la terapia familiar pueden ayudar a reducir los temores y las preocupaciones. Los padres deben saber lo que está pasando y deben participar en el proceso.

Terapia cognitivo conductual (TCC) es de gran ayuda para los trastornos de adaptación. Las terapias de arte y juego también ayudan a los niños pequeños a dibujar imágenes sobre lo que sucedió o les permite manifestar sus sentimientos. Los grupos de apoyo pueden ayudarle a su hijo a comprender que no está solo. Los grupos también aportan un lugar seguro para compartir sentimientos.

Un especialista en salud mental también puede recomendar medicamentos. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir depresión y ansiedad y ayudar que su hijo haga frente a la escuela y otras actividades diarias. El medicamento frecuentemente se usa como una medida temporal para ayudar hasta que su hijo se sienta mejor.

¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo?

  • Deje que su hijo hable sobre el acontecimiento o cambio estresante cuando se sienta que está listo para hacerlo. Sepa escuchar. No fuerce el tema si su hijo no está listo para compartir sus pensamientos. Si su hijo lo excluye, no se aleje. Hágales saber a los niños que usted está ahí para lo que necesiten. Recuérdeles esto una y otra vez.
  • Tranquilice a su hijo que sus sentimientos son válidos y que no "se está volviendo loco." El apoyo y la comprensión que le brinde a su hijo podrán ayudar a su hijo a aceptar emociones que lo asusten.
  • Mantenga contacto con maestros, niñeras, y las demás personas que cuidan de su hijo para compartir información sobre los síntomas que su hijo pueda estar teniendo.
  • Sea coherente. Entienda que usted no es responsable de ansiedad de su hijo, aun si fue desencadenada por una causa como el divorcio. No obstante, como padre, su apoyo es esencial para ayudar a su hijo a sentirse seguro y reducir la ansiedad de su hijo. Sea firme y coherente con las reglas y consecuencias. Su hijo debe saber que tiene seguir cumpliendo las reglas. No sirve enseñarles a los niños que pueden evitar consecuencias si tiene los sentimientos heridos, están ansiosos o se portan mal.
  • Permita que su hijo tome decisiones simples cuando sea apropiado. Debido a que el estrés suele hacer que un niño se sienta impotente, puede ayudar a sus hijos al enseñarles que ellos tienen el control sobre ciertos aspectos de su vida. Por ejemplo, tal vez podría dejar que su hijo decida qué quiere cenar o qué quiere hacer durante el día.
  • Cuide de la salud física de su hijo. Asegúrese de que su hijo coma una variedad de alimentos saludables, descanse lo suficiente y haga actividad física todos los días. Enseñe a los niños y adolescentes a evitar el alcohol, la cafeína, la nicotina y las drogas.
  • Controle sus medicamentos. Para evitar problemas, informe a su profesional médico y farmacéutico sobre todos los medicamentos, remedios naturales, vitaminas y demás suplementos que toma su hijo. Asegúrese de que su hijo tome todos los medicamentos recetados por su profesional médico o terapeuta. Es muy importante que su hijo tome sus medicamentos incluso cuando se siente bien. Sin los medicamentos, puede que los síntomas de su hijo no mejoren o empeoren. Consulte con su profesional médico si su hijo tiene problemas para tomar sus medicamentos o si estos no parecen funcionar.
  • Obtenga atención de emergencia si su hijo tiene pensamientos de suicidio o autolesión, violencia o daño a otros.
  • Cuídese para estar bien preparado para ayudar a su hijo. Usted no puede dar apoyo si descuida su propia salud emocional y física.
Developed by Change Healthcare.
Pediatric Advisor 2022.1 published by Change Healthcare.
Last modified: 2021-08-23
Last reviewed: 2019-03-11
Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.
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