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PUNTOS CLAVE
- El trastorno dismórfico corporal hace que a su hijo no le guste algo sobre su aspecto y esté pensando en ello todo el tiempo. Frecuentemente la imperfección que le preocupa a su hijo no es real, o es algo que las demás personas no notan o consideran muy leve.
- El tratamiento puede incluir la terapia cognitivo conductual o medicamento. Con ayuda profesional, es posible su hijo se sienta menos ansioso, deprimido y preocupado por su aspecto.
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¿Qué es el trastorno dismórfico corporal?
El trastorno dismórfico corporal (TDC) hace que a su hijo no le guste algo sobre su aspecto y piense en ello todo el tiempo. Su hijo puede llegar a tal extremo que le resulte difícil salir o incluso hablar con otras personas sin pensar en las cosas que su hijo considera como defectos. Por ejemplo, es posible que su hijo se preocupe todo el tiempo que su tórax es demasiado pequeño, su nariz es demasiado larga, o sus músculos son demasiado pequeños. Estos pensamientos sobre una aparente imperfección están distorsionados. Frecuentemente la imperfección que le preocupa a su hijo no es real, o es algo que las demás personas no notan o consideran muy leve.
El TDC es distinto a los trastornos de la alimentación. Los niños y adolescentes con el TDC pueden o no preocuparse por su peso o tamaño corporal. En lugar de eso, sienten que tienen imperfecciones feísimas del rostro, el cabello, la piel u otra parte del cuerpo.
¿Cuál es la causa?
Se desconoce la causa exacta de este trastorno. Las posibles causas incluyen:
- El cerebro produce sustancias químicas que afectan los pensamientos, las emociones y las acciones. Sin un equilibrio adecuado de estas sustancias químicas, puede que su hijo tenga problemas con su modo de pensar, sentir o comportarse. Las personas con este trastorno pueden tener muy poca o demasiada cantidad de algunas de estas sustancias químicas.
- Una persona que tiene un antecedente familiar del trastorno obsesivo-compulsivo, depresión o trastornos de ansiedad está más propensa a desarrollar el TDC. Las familias con expectativas muy altas pueden tener un mayor riesgo del TDC.
- La negligencia, el abuso o maltrato, o las intimidaciones o acoso aumentan el riesgo de TDC.
Frecuentemente el TDC comienza en la adolescencia y puede continuar durante la edad adulta. Puede comenzar gradual o súbitamente. Tanto los niños como las niñas pueden tener el TDC.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas que pueda tener su hijo incluyen:
- Siempre comparar su cuerpo con el de otras personas
- Constantemente tratar de cubrir u ocultar el área que su hijo cree tiene la imperfección
- Sentirse nervioso y cohibido o evitar a los demás
- Siempre comparar su cuerpo con el aspecto de otras personas
- Frecuentemente tocar, medir u observar el área que su hijo piensa tiene la imperfección, o completamente evitar los espejos o tocar el área
- Consultar con los demás para ver si ellos piensan que la imperfección es tan fea como piensa su hijo
- Pensar constantemente en la imperfección y que ésta le hace feo
- Tocarse mucho la piel o aseo excesivo
- Desear una cirugía o un tratamiento cuando no se necesita
Los niños y adolescentes con el TDC también pueden estar ansiosos, deprimidos o con ideas suicidas a causa de siempre concentrarse en el área que su hijo piensa tiene la imperfección. El TDC puede ir acompañado de otros problemas como:
- Trastorno de ansiedad social
- Trastorno obsesivo-compulsivo
- Abuso de sustancias
¿Cómo se diagnostica?
El profesional médico o terapeuta de su hijo le preguntará sobre los síntomas de su hijo. El profesional médico de su hijo se asegurará de que su hijo no tiene una enfermedad médica o un problema de drogas o alcohol que pueda causar los síntomas.
¿Cómo se trata?
La terapia cognitivo conductual (TCC) es una buena manera de ayudar a su hijo a identificar y cambiar las ideas que tiene sobre sí mismo, el mundo que lo rodea y el futuro. La TCC puede hacer que su hijo tome conciencia de pensamientos poco saludables. También puede ayudar a su hijo a desarrollar nuevas ideas y nuevos patrones de comportamiento incluso después de dejar de asistir a terapia. El terapeuta también puede ayudarle a su hijo a resistir las formas de comportamiento compulsivas, como mirar mucho en el espejo. Puede ayudarle a su hijo a aprender a manejar el estrés y mejorar la autoestima. Otros tipos de terapia no parecen ser eficaces en el tratamiento de TDC.
No existe un medicamento específico para el tratamiento del TDC. A su hijo le pueden recetar medicamentos para ayudarlo a sentir menos ansiedad, depresión y preocupación con las aparentes imperfecciones.
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo?
- Apoye su hijo. Anime a su hijo a hablar acerca de cualquier cosa sobre la que su hijo quiera hablar. Sepa escuchar. Esto ayuda a su hijo a comenzar a darse cuenta de que los sentimientos y pensamientos son realmente importantes, que usted verdaderamente se preocupa por él y que jamás ha dejado de quererlo. Si su hijo lo excluye, no se aleje. Hágale saber a su hijo que usted está ahí cuando lo necesite. Recuérdele esto a su hijo una y otra vez. Incluso los niños que se crían en un hogar cariñoso y acogedor necesitan oírlo mucho porque se pueden sentir poco merecedores del amor y la atención por otras razones.
- No critique ni haga burlas del aspecto de su hijo. Elogie a su hijo por todos sus esfuerzos. Asimismo, señálele a su hijo que usted aprecia a los demás por lo que hacen en vez de por su aspecto.
- Ayude a su hijo a aprender a manejar el estrés. Enseñe a los niños a respirar profundamente u otras técnicas de relajación cuando se sientan estresados. Ayude a su hijo a encontrar formas de relajarse, por ejemplo, dedicándose a un pasatiempo, escuchando música, viendo películas o dando paseos.
- Cuide de la salud física de su hijo. Asegúrese de que su hijo coma una variedad de alimentos saludables, duerma el número adecuado de horas y haga actividad física todos los días. Enseñe a los niños a evitar el alcohol, la cafeína, la nicotina y las drogas.
- Ayude a su hijo a evitar programas de televisión, películas, revistas o sitios web que resaltan estar delgado en vez de estar sano. Enseñe a su hijo a dudar de los anuncios o artículos que lo hacen sentir mal sobre la forma de su cuerpo o su tamaño. Explique que los anunciantes pueden estar tratando de vender algo, que lo que dicen puede no ser cierto, que las imágenes se pueden pintar con aerógrafo y que las imágenes generadas por computadora pueden hacer que una persona luzca perfecta.
- Comprenda que la mayoría del tiempo la cirugía plástica no ayuda. Su hijo puede volverse adicto a la cirugía plástica porque su hijo jamás va a estar satisfecho con su aspecto.
- Controle los medicamentos de su hijo. Informe a todos los profesionales médicos que tratan a su hijo acerca de todos los medicamentos que su hijo está tomando.
- Comuníquese con el profesional médico o terapeuta de su hijo si tiene alguna pregunta o si los síntomas de su hijo parecen empeorar.
Averigüe si su hijo tiene ideas suicidas o ha hecho algo para lastimarse. Obtenga atención de emergencia si su hijo tiene pensamientos de suicidio, autolesión o daño a otros.
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Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.