Angustia Por Diabetes En Niños
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PUNTOS CLAVE
- Angustia por diabetes significa que su hijo se siente sobrecargado, frustrado, triste, preocupado o enojado debido a las exigencias de vivir con la diabetes.
- Ayuda colaborar con el equipo de tratamiento de su hijo. El equipo puede ayudarles a usted y su hijo a superar los efectos físicos y emocionales de la diabetes. Tiene que ir paso a paso. No intente cambiar todo a la vez.
- Considere unirse a un grupo de apoyo para padres y que su hijo se una a un grupo de apoyo para niños en su zona. A veces ayuda hablar con otros que están enfrentado problemas similares.
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¿Qué es la angustia por diabetes?
Diabetes es una enfermedad prolongada que nunca desaparece por completo, pero se puede manejar con éxito. No es fácil vivir con la diabetes. Además de tener que manejar los síntomas, también requiere monitoreo de medicamentos, mediciones de glucosa (azúcar) en la sangre, consultar con profesionales médicos y hacer cambios en el estilo de vida. Sentir angustia por diabetes significa que su hijo se siente sobrecargado, frustrado, triste, preocupado o enojado debido a las exigencias de vivir con la diabetes. Señales que indican que su hijo puede tener angustia por diabetes incluyen sentir que:
- El profesional médico de su hijo no sabe lo suficiente sobre la diabetes y el cuidado de la diabetes.
- La diabetes exige demasiada de capacidad mental y física de su hijo cada día.
- Quizás su hijo no puede manejar la diabetes día-día y cumplir con las exigencias de vivir con la diabetes.
- Su hijo se enoja, asusta o se pone triste cuando piensa en lo que implica vivir con la diabetes.
- El profesional médico de su hijo no le da indicaciones suficientemente específicas sobre cómo manejar la diabetes.
- Su hijo no está controlando sus niveles de glucosa en la sangre con suficiente frecuencia y se preocupa que va a tener niveles de glucosa en la sangre peligrosamente fuera de control.
- Los miembros de su familia o amigos planean actividades que chocan con el horario de su hijo, o quieren que su hijo coma alimentos que no son parte de su plan de comidas.
- El profesional médico de su hijo no toma las inquietudes de su hijo lo suficientemente en serio.
- Su hijo no está siguiendo muy de cerca el plan de comidas saludable y tiene que pensar sobre las elecciones de alimentos todo el tiempo.
- Las amistades y familia no aprecian lo difícil que es vivir con la diabetes y no parecen darle a su hijo el apoyo que le gustaría tener.
- Su hijo no siempre está motivado a resolver las necesidades de la diabetes.
¿Cómo puedo cuidar a mi hijo?
- Colabore con el equipo de tratamiento de su hijo. El equipo puede ayudarles a usted y su hijo a superar los efectos físicos y emocionales de la diabetes. Es muy importante reunirse con el equipo de tratamiento de su hijo:
- Cuando su hijo es diagnosticado
- Una vez al año para una revisión o más seguido según se lo recomiende el equipo de tratamiento de su hijo
- Si su hijo desarrolla síntomas nuevos o una condición de salud nueva
- Si su hijo parece estar estresado, frustrado, triste o enojado
- Si su hijo tiene otros cambios en su vida que quizás puedan afectar la forma en que su hijo maneja la diabetes
La depresión es distinta a la angustia por la diabetes. La depresión es sentirse triste, sin esperanza y sin interés en la vida cotidiana hasta el punto en le impide a su hijo hacer las actividades diarias. Si su hijo se siente así, consulte con el profesional médico de su hijo. El profesional médico de su hijo puede aconsejar distintos tratamientos y remitirlo a un profesional de salud mental que trabaja con los niños que tienen diabetes.
- Busque grupos de apoyo en su zona. Ayuda hablar con otros padres que están enfrentado problemas similares. Es importante cuidar de sus propias necesidades emocionales y estrés tanto como de las necesidades de su hijo.
Los grupos de apoyo para niños le ayudan a su hijo a conocer a otros niños que están manejando la diabetes. Los grupos ofrecen un lugar seguro para que su hijo pueda compartir sentimientos y aprender formas de manejar la diabetes.
- Trabaje con una educadora de diabetes. Saber cómo la diabetes afecta el cuerpo le ayuda a su hijo a comprender mejor como los tratamientos, medicamentos y cambios en el estilo de vida pueden ayudar a manejar la condición y estar lo más sano posible. Sepa cuales son los síntomas que se deben tratar de inmediato y cuándo debe llamar al profesional médico de su hijo. Averigüe si un monitor continuo de la glucosa (MCG) es adecuado en el caso de su hijo. El dispositivo puede ayudarle a monitorear de cerca los niveles de glucosa en la sangre de su hijo y puede reducir el temor de que sus niveles de glucosa en la sangre bajen o se eleven demasiado.
- Ofrezca apoyo. Ofrezca apoyo de tal manera que le ayude a su hijo a sentirse en control. No insista ni critique. Haga que los hermanos y otros miembros de la familia se involucren. Enséñeles cómo pueden ayudar y qué hacer en el caso de una emergencia.
- Controle los medicamentos de su hijo. Para evitar problemas, informe a todos los profesionales médicos y farmacéuticos sobre todos los medicamentos, remedios naturales, vitaminas y demás suplementos que toma su hijo. Asegúrese de que su hijo tome todos los medicamentos según lo indique el profesional médico de su hijo. Consulte con el profesional médico si su hijo tiene problemas para tomar sus medicamentos o si los medicamentos no parecen funcionar.
- Establezca una rutina. Una clave para el manejo de la diabetes es establecer una buena rutina. Ayuda si usted y su hijo establecen y siguen un horario para las comidas, la actividad física, dormir y los medicamentos. Una buena rutina puede ayudar a evitar que los niveles de glucosa en la sangre de su hijo sean demasiado altos o demasiado bajos.
- Ayude a su hijo a aprender a manejar el estrés. Enseñe a los niños y adolescentes a practicar la respiración profunda y otras técnicas de relajación cuando se sientan estresados. Ayude a su hijo a encontrar maneras de relajarse. Por ejemplo, su hijo puede dedicarse a un pasatiempo, escuchar música, jugar, ver películas o salir a caminar.
- Cuide de la salud física de su hijo. Asegúrese de que su hijo siga un plan de comidas saludable, duerma lo suficiente y haga actividad física todos los días. Si es posible, únase a su hijo a seguir un plan de comidas saludable y estar físicamente activo. Es motivador si el niño con diabetes no siente que es la única persona en comer menos alimentos como helado, papas fritas de bolsa, bebidas azucaradas, caramelos y pastel.
- Hable con su hijo acerca de los riesgos de fumar, usar cigarrillos electrónicos, tomar alcohol y usar drogas.
- Anime a su hijo hablar sobre la diabetes, el tratamiento y los sentimientos. Escuche atentamente a lo que dice su hijo. Deje que su hijo sepa que está bien sentir tristeza, confusión, enojo o tener miedo. Comprenda que un nivel bajo de glucosa en la sangre puede hacer que un niño con diabetes se sienta temblorosa, débil, confundido e irritable. Trate de no tomárselo personalmente.
Comuníquese con su profesional médico si tiene alguna pregunta o si los síntomas de su hijo parecen empeorar. Obtenga atención de emergencia si su hijo está pensando en el suicidio o en lastimarse, la violencia o en lastimar a otras personas.
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Pediatric Advisor 2022.1 published by
Change Healthcare.Last modified: 2021-12-07
Last reviewed: 2022-02-05
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