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PUNTOS CLAVE
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Por lo general 2 a 5 días tras nacer su bebé, usted notará cambios en sus senos. Se harán más grandes, algo firmes y un poco sensibles conforme comiencen a producir leche. Esto se denomina congestión de los senos en el postparto o congestión mamaria.
La congestión mamaria es normal. Aun así, la hinchazón de sus senos puede dificultar que su bebé obtenga leche. Su bebé puede no engancharse correctamente y sus pezones pueden estar adoloridos. Si su bebé está teniendo problemas para amamantar, la presión en su seno provocada por la leche puede causar que usted produzca menos leche o deje de producirla. Saber cómo manejar la congestión mamaria le ayudará a evitar estos problemas.
Tras el nacimiento de su bebé, las hormonas su cuerpo cambian y hacen que sus senos comiencen a producir leche. La leche y un mayor riego de sangre a sus senos hace que estos se congestionen. Se tarda unos días hasta que su cuerpo se acostumbre a producir y liberar leche. Hacer que fluya la leche es más problemático que producir demasiada leche.
Una vez que su bebé esté amamantando bien y su leche esté fluyendo fácilmente, usted tendrá menos hinchazón y firmeza. En el término de unos días, sus senos probablemente producirán la misma cantidad de leche que amamanta su bebé. Al final de la primera semana después de nacer su bebé, sus senos se habrán acostumbrado y estarán mucho menos congestionados. Aun así, si usted toma demasiado tiempo entre las alimentaciones, sus senos se pueden poner firmes y sensibles de nuevo.
Sus senos están hinchados y firmes. Esto se puede deber a que estén sensibles o adoloridos.
Si está amamantando a su bebé, estas son algunas cosas que puede hacer para ayudar a que sus senos estén menos congestionados y más cómodos.
Amamantar con frecuencia puede hacer que sus senos estén menos congestionados. Planee amamantar a su bebé por lo menos cada 2 a 3 horas durante el día, y hasta 4 a 5 horas entre las alimentaciones por la noche. Intente alimentar a su bebé entre 8 a 12 veces cada 24 horas. Su recién nacido debe amamantar con fuerza por lo menos 10 minutos en el primer seno antes de cambiar al segundo seno.
Caliente su pecho justo antes de amamantar. El calor mejora el riego de sangre y ayuda con el flujo de su leche. Pruebe tomar una ducha de agua templada justo antes de amamantar. O cubra sus senos con un paño templado. Puede poner un pañal de plástico sobre el paño para mantener el calor.
Después de alimentar al bebe, coloque una bolsa de hielo, un paquete de gel frío, o un paquete de verduras congeladas en un paño sobre sus senos por 15 a 20 minutos para reducir la hinchazón.
Algunos expertos en amamantar recomiendan usar hojas de repollo frías para tratar la congestión mamaria dolorosa. Muchas mujeres que han probado usar las hojas de repollo dicen que el tratamiento alivia la molestia.
Puede usar una presión suave para ablandar el área de su seno cerca de la areola (el área oscura alrededor del pezón). Esta ayuda a desplazar algo de la hinchazón alrededor de la areola para que el bebé pueda engancharse mejor a su seno.
Comience de espaldas para permitir que la fuerza de gravedad mueva la hinchazón hacia el tórax. Ponga las yemas de los dedos de ambas manos a la base de su pezón y delicadamente apriete hacia su tórax. Presione suavemente por 1 a 15 minutos. La presión debería ser firme, pero no dolorosa.
Una vez que la areola esté blanda, le resultará más fácil dejar que salga (extraer manualmente) la leche. Antes de cada alimentación, use sus manos para dejar que salga un poco de leche de ambos senos. Extraiga suficiente leche para ablandar el pezón y la areola de manera que su bebé pueda engancharse mejor al área alrededor del pezón. Masajee suavemente sus senos antes y durante la lactancia para ayudar a vaciar y ablandar sus senos.
Ponga paños fríos en sus senos entre alimentaciones para aliviar la molestia y reducir la inflamación.
Pregúntele a su profesional médico sobre medicamentos o suplementos que quizás puedan ayudar con la molestia. Consulte con su profesional médico antes de comenzar a tomar cualquier medicamento o suplemento.
Es importante poder drenar sus senos porque la congestión pone presión sobre las glándulas que producen la leche y esto puede reducir su producción de leche rápidamente. Si sus senos están tan llenos que su bebé no se puede enganchar o si su bebé no está amamantando bien una vez que le baje la leche, es posible que deba usar una bomba sacaleches o buscar ayuda con la lactancia.
Si su bebé no está amamantando bien, extraer la leche manualmente o usar una bomba sacaleches puede ayudarla a aliviar la molestia y seguir produciendo leche. Extraiga su leche manualmente a las horas de alimentación normales. Su profesional médico o consultora de lactancia puede ayudarla a aprender técnicas de lactancia.
Si sus senos siguen llenos tras alimentar a su bebé, use la maquina sacaleches o sáquese la leche manualmente por unos minutos hasta que sus senos estén más suaves y usted tenga menos molestia. Pronto su bebé drenará bien sus senos con cada alimentación y usted ya no necesitará bombear. Pregúntele al profesional médico de su hijo si necesita alimentar a su bebé con la leche que sacó manualmente. Si su bebé no necesita la leche de inmediato, usted puede congelarla para usarla en el futuro.
Bombear o extraer la leche manualmente no causa que usted produzca un exceso de leche. La congestión mamaria es causada por el mal riego de leche en el pecho, no por producir demasiada leche.
Si usted no va a amamantar, la congestión mamaria suele mejorar varios días después de nacer el bebé. Estas son algunas maneras de ayudarle a aliviar la molestia mientras sus senos dejan de producir leche:
Medicamentos de venta libre para el dolor pueden ayudar. Consulte con su profesional médico antes de usar cualquier medicamento para estar segura de que está bien que lo use.
Comuníquese con su profesional médico si el dolor en sus senos es intenso.