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Epiglotitis

(Epiglottitis)

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PUNTOS CLAVE

  • La epiglotitis es la infección e hinchazón de un pequeño colgajo de tejido en la parte posterior de la garganta llamada la epiglotis. La epiglotitis es una emergencia médica y se debe tratar de inmediato.
  • Su hijo tendrá que permanecer en el hospital y le colocarán una vía intravenosa para líquidos y medicamentos. Su hijo puede tener un tubo para la respiración y oxígeno para ayudarlo a respirar.
  • Los niños deben recibir todas las vacunas recomendadas incluyendo la vacuna contra Haemophilus influenza tipo B (HIB) para ayudar a proteger contra un tipo de bacterias que pueden causar meningitis, pulmonía, e infecciones de la garganta, las articulaciones, el corazón y la sangre.

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¿Qué es la epiglotitis?

La epiglotitis es la infección e hinchazón de un pequeño colgajo de tejido en la parte posterior de la garganta llamada la epiglotis. La epiglotis cubre el tubo respiratorio (tráquea) cuando usted traga. Hinchazón en la epiglotitis puede afectar su capacidad para respirar. La epiglotitis es una emergencia médica y se debe tratar de inmediato.

La epiglotitis puede suceder a cualquier edad.

¿Cuál es la causa?

Generalmente, la epiglotitis es causada por:

  • Una infección bacteriana
  • Una infección debida a un virus u hongos

Otras causas menos comunes de la epiglotitis son:

  • Inhalar sustancias químicas tóxicas
  • Inhalar algo caliente o que arde como humo debido a un fuego
  • Ahogarse con un objeto extraño.
  • Recibir quimioterapia a la boca o garganta para cáncer

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas generalmente empeoran rápidamente a lo largo de unas pocas horas e incluyen:

  • Fiebre alta
  • Dolor de garganta muy fuerte
  • Dificultad para respirar
  • Respiración ruidosa
  • Babeo debido a problemas para tragar
  • Sentarse erguido y hacia adelante
  • Problemas para hablar

¿Cómo se diagnostica?

El profesional médico de su hijo le hará preguntas sobre la historia clínica y los síntomas de su hijo y le examinará la garganta. En el hospital, el profesional médico de su hijo puede hacer una endoscopia, que utiliza un tubo delgado, flexible, iluminado para observar la parte posterior de la garganta de su hijo. Las pruebas pueden incluir:

  • Radiografías u otros estudios de imagen del tórax o cuello
  • Un ultrasonido, que usa ondas sonoras para mostrar imágenes de la garganta
  • Análisis de sangre

¿Cómo se trata?

Su hijo tendrá que permanecer en el hospital y le colocarán una vía intravenosa para líquidos y medicamentos. Su hijo puede necesitar un tubo para la respiración y oxígeno si está teniendo problemas para respirar.

Su hijo puede necesitar una cirugía de emergencia para una traqueotomía. Una traqueotomía es una cirugía para hacer una pequeña abertura a través de la parte anterior del cuello y el tubo respiratorio (la tráquea). A continuación, se coloca una sonda a través de la abertura hasta la tráquea de su hijo. El tubo mantiene abierta la vía respiratoria de su hijo y lo ayuda a respirar permitiendo el aire entre y salga de los pulmones. Puede estar incorporado al equipo de respiración llamado un ventilador mecánico, el cual respira por su hijo moviendo aire dentro y fuera de sus pulmones. Esto se llama ventilación mecánica.

Otros tratamientos pueden incluir:

  • Medicamentos antibióticos para la infección
  • Medicamento para ayudar a reducir la hinchazón
  • Medicamento para ayudar a su hijo a relajarse y para reducir dolor

¿Cómo puedo cuidar a mi hijo?

Cumpla con todo el plan de tratamiento recetado por el profesional médico de su hijo. Además:

  • Siga las indicaciones del profesional médico de su hijo. Asegúrese que su hijo tome todos los medicamentos antibióticos exactamente como se los recetaron. Si su hijo suspende el medicamento antibiótico demasiado pronto, la infección puede volver. Si su hijo tiene efectos secundarios debido al medicamento, hable con el profesional médico de su hijo.
  • Aconseje a su hijo que no fume y se mantenga alejado de las personas que fuman.
  • Administre acetaminofeno o ibuprofeno para la fiebre y el dolor
    • Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como la aspirina e ibuprofeno, pueden causar sangrado del estómago y otros problemas. Lea la etiqueta y adminístrelos según las indicaciones. A menos que su profesional médico lo recomiende, su hijo no debe tomar el medicamento durante más de 10 días.
    • No dé ningún medicamento que contenga aspirina o salicilatos a un niño o adolescente. Esto incluye medicamentos como aspirina para bebés, algunos medicamentos para el resfriado y Pepto-Bismol. Los niños y los adolescentes que toman aspirina corren el riesgo de sufrir una enfermedad grave llamada síndrome de Reye.
  • Pregúntele a su profesional médico si otros en su hogar deben recibir tratamiento para prevenir la epiglotitis.

Pregúntele al profesional médico de su hijo:

  • Cuánto tiempo tomará su hijo en recuperarse
  • Si existen actividades que su hijo debe evitar y cuándo puede volver a las actividades normales
  • Cómo cuidar de su hijo en casa
  • Ante qué síntomas o problemas tiene que estar alerta y qué hacer si su hijo los tiene

Asegúrese de saber cuándo debe regresar su hijo a revisión. No deje de acudir a todas las citas con el profesional médico o para realizar pruebas.

¿Cómo puedo ayudar a prevenir la epiglotitis?

  • Asegúrese de que su hijo obtenga todas las vacunas recomendadas incluyendo la vacuna contra Haemophilus influenza tipo B (HIB) para ayudar a proteger contra un tipo de bacterias que pueden causar meningitis, pulmonía, e infecciones de la garganta, las articulaciones, el corazón y la sangre. La vacuna Hib se da a algunos niños que tienen anemia drepanocítica, cáncer u otro tipo de problemas con el que sistema inmunológico.
  • Trate los resfriados y las alergias sin demora.
  • Enséñele a su hijo a no fumar y a evitar el humo de segunda mano.
Developed by Change Healthcare.
Pediatric Advisor 2022.1 published by Change Healthcare.
Last modified: 2019-05-07
Last reviewed: 2019-04-26
Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.
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