________________________________________________________________________
PUNTOS CLAVE
________________________________________________________________________
La hepatitis vírica es una infección del hígado causada por un virus. El hígado es uno de los órganos más grandes y ayuda a mantener el cuerpo de su hijo sano. Algunas de las funciones del hígado incluyen:
Cuando su hijo tiene hepatitis, el hígado está irritado (inflamado). Puede estar hinchado y sensible.
Los distintos tipos de hepatitis están causados por virus distintos.
La hepatitis A es causada por el virus de la hepatitis A. Ésta es la causa más común de hepatitis en los niños. El virus se contagia por contacto con movimientos intestinales infectados. Una persona infectada puede contagiar la infección a otros si no se lava las manos, sobre todo después de ir al baño. También es posible propagar el virus al no lavarse las manos después de cambiar un pañal o ayudar a un niño a usar el baño. A veces hay brotes de hepatitis A en las guarderías o los restaurantes. Su hijo también puede contagiarse del virus al:
El virus de la hepatitis B es el segundo tipo de hepatitis más común en los niños. Se puede contagiar por contacto con la sangre o los fluidos corporales de otra persona que está infectada. Por ejemplo, su hijo puede infectarse debido a:
Enseñe a un adolescente mayor a mantener relaciones sexuales seguras. Enseñe a su adolescente a usar condones de látex o poliuretano de la manera correcta durante las estimulaciones sexuales y cada vez que él o ella tenga sexo vaginal, oral o anal. Enseñe a su adolescente a tener sólo 1 pareja sexual que no sea sexualmente activa con nadie más y que usará protección cada vez que su adolescente tenga relaciones sexuales.
El virus puede vivir en objetos por 7 días o más. Incluso si no ve nada de sangre, el virus puede estar en un objeto.
Una mujer embarazada puede propagar la hepatitis B a su bebé si ella está infectada cuando el bebé nace.
Tener hepatitis B prolongada también puede aumentar el riesgo de su hijo de tener hepatitis D.
La hepatitis C se contagia principalmente por contacto con la sangre de una persona infectada. Esto puede suceder debido a pinchazos de agujas infectadas o cualquier otra cosa que tenga sangre. A veces se contagia por contacto sexual. Una mujer embarazada puede propagar la hepatitis C a su bebé si ella está infectada cuando el bebé nace, aunque el riesgo es bajo. Existe poco riesgo de contagio a través de la lactancia materna.
También existen otros tipos de hepatitis menos comunes.
Su hijo tiene un mayor riesgo de infectarse si no ha recibido las vacunas contra la hepatitis A o la hepatitis B y:
La hepatitis no se contagia por abrazar o besar, estornudar, toser o el contacto casual.
Los niños pequeños pueden no tener síntomas. Para los niños mayores, los síntomas pueden incluir:
El profesional médico de su hijo le hará preguntas sobre la historia clínica y síntomas de su hijo y le hará un reconocimiento. Su hijo se someterá a análisis de sangre. Si los análisis de sangre muestran que el hígado no está funcionando normalmente, a su hijo le harán pruebas para averiguar si un virus está causando los problemas. Las pruebas también establecerán el tipo de virus que está causando la infección.
El tratamiento habitual es reposo. Su hijo debería hacer reposo mientras tenga fiebre o ictericia. Cuando ya no tenga fiebre e ictericia, su hijo puede iniciar sus actividades de acuerdo con las recomendaciones del profesional médico de su hijo.
Una vez que su hijo se recupere de la hepatitis A, el virus deja el cuerpo.
Sin embargo, los virus de la hepatitis B o C a veces permanecen en el cuerpo y causan una infección a largo plazo. Esto quiere decir que el virus sigue afectando el hígado por varios meses o años. Daño al hígado por la infección puede llevar a otros problemas de salud, como cicatrización (cirrosis) del hígado o incluso cáncer de hígado. Los medicamentos antivirales se pueden usar para tratar hepatitis B o C crónica, y controlan o curan la infección. El profesional médico de su hijo le hará análisis de sangre a su hijo a las visitas de seguimiento para buscar indicios de la enfermedad del hígado a largo plazo.
Cumpla con todo el plan de tratamiento recetado por su profesional médico. Además:
Pregúntele a su profesional médico:
Asegúrate de saber cuándo debe regresar tu hijo a revisión. Cumpla con todas las citas con los profesionales médicos o para los exámenes.
La hepatitis A y hepatitis B se pueden prevenir con vacunas que todos los bebés deberían recibir. Si su hijo no recibió las vacunas contra la hepatitis cuando era bebé, su hijo puede recibir las vacunas más adelante durante la niñez o cuando sea un adolescente.
La mejor manera de evitar exponerse a fluidos corporales infectados es lavarse bien las manos. Los niños deben lavarse las manos cada vez que usan el baño, en casa, la guardería, y en la escuela o el trabajo.
Si alguien en su hogar tiene hepatitis:
Hable con su hijo acerca de los riesgos de fumar, usar cigarrillos electrónicos (e-cigarrillos), tomar alcohol y usar drogas. En el caso de un niño mayor, aconseje a su hijo que evite el contacto sexual con otras personas hasta que el profesional médico de su hijo le diga que está bien. Enseñe a su adolescente a usar condones de látex o poliuretano de la manera correcta durante las estimulaciones sexuales y cada vez que tenga relaciones sexuales vaginales, orales o anales, y a tener sólo una pareja sexual que no sea activa con nadie más y que use protección cada vez que su adolescente tenga relaciones sexuales.