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PUNTOS CLAVE
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Los niños se vuelcan a las drogas y el alcohol por muchas razones. Algunos lo hacen debido a la presión de los amigos. Otros están tratando de aliviar el estrés o dolor emocional en sus vidas. Algunos usan drogas para ser rebeldes o portarse como si fueran mayores de lo que son.
Cuando los padres hablan con un hijo sobre los peligros de usar alcohol y drogas, el hijo esta mucho menos propenso a usar estas sustancias. Y cuanto antes comience usted a hablar con su hijo, mejor. Enseñar a su hijo a tomar decisiones saludables antes de que comiencen los problemas es mejor que lidiar con los problemas una vez que ocurren.
El abuso de sustancias puede:
Desarrolle un vínculo fuerte y natural mostrando interés en los amigos de su hijo, las tareas escolares y las actividades. Independientemente de lo que quiera hablar, ayuda si usted tiene una relación cariñosa y de confianza con su hijo. Esto hace que sea más fácil para su hijo hablar honestamente con usted cuando tenga preguntas o se enfrente a la presión de sus compañeros.
Deje que su hijo hable con franqueza. Demuestre que usted quiere saber lo que su hijo piensa y siente. Es más probable que su hijo o adolescente hable con usted sobre temas importantes si siente que usted realmente le escucha. Piense en cómo podría reaccionar su hijo ante lo que usted quiere decir y cómo responder mejor a las preguntas y sentimientos. Hable cuando ambos tengan tiempo y se sientan relajados.
Las charlas cortas y sencillas a lo largo de la infancia y la adolescencia transmitirán mejor el mensaje que tratar de cubrirlo todo con una sola charla. Si usted está viendo la televisión con su hijo de 6 años y en un programa se menciona tomar alcohol, usted puede preguntarle si su hijo sabe lo que es el alcohol. Si su hijo le hace más preguntas, contéstelas. Si no, puede terminar la conversación en ese momento. Aproveche las oportunidades para hablar con su hijo.
Sea positivo y haga que sea parte de una conversación, no un sermón. Los niños, especialmente los adolescentes, odian que los den un sermón. También les ayuda a los niños aprender a tomar decisiones saludables por sí mismos. Elogie a su hijo por su valentía en decidir por sí mismo en tomar buenas decisiones, sin importarle lo que estén haciendo los demás.
Pruebe preguntar sobre lo que su hijo ya sabe acerca de las drogas o el alcohol. Es útil saber de qué hablan su hijo y sus amigos y si los amigos están probando el alcohol o las drogas. Pregúntele a su hijo qué piensa acerca de los niños o adolescentes que toman o usan drogas. Tratar de asustar a los niños mayores o adolescentes no les impide tomar o usar drogas. Presente hechos y hable sobre las razones para no tomar alcohol o usar drogas.
Anime a su hijo a que haga preguntas y dé su opinión. Mantenga la calma y acepte las preguntas de su hijo tal cual. Use preguntas abiertas cuando hable con su hijo, en lugar de preguntas que sólo requieran una respuesta de "sí o no".
Comparta sus valores familiares con su hijo y hable sobre lo que usted cree que está bien y lo que está mal. Su hijo necesita sus consejos sobre los valores. Establezca normas familiares sobre tomar alcohol y usar drogas. Asegúrese de que su hijo sepa lo que va a pasar si no se siguen las normas.
Hable con su hijo sobre lo que es ser un buen amigo, como ser alguien que se preocupa y no presionará a su hijo para que haga cosas que podrían conducir a problemas. Anime a su hijo a pasar tiempo con amigos que no usan alcohol o drogas. Haga una lluvia de ideas sobre las maneras en que su hijo puede manejar situaciones difíciles, y sobre las maneras en que usted puede ayudar. Por ejemplo, "Si te encuentras en una casa donde están tomando, llámame y te recogeré. No habrá regaños ni castigos". Cuanto más preparado esté su hijo, mejor podrá manejar situaciones de alta presión que impliquen el consumo de alcohol o drogas.
Sea un buen ejemplo. Si toma alcohol, no conduzca. No le cuente a su hijo historias sobre su propio consumo de alcohol de una manera que transmita el mensaje de que el consumo de alcohol es divertido o emocionante. No permita su hijo piense que usar alcohol es una buena manera de manejar problemas. Por ejemplo, no llegue a casa quejándose del trabajo y diga que necesita un trago. Muéstreles a sus hijos formas saludables de manejar el estrés, como estar físicamente activo, escuchar música o hablar de las cosas con la familia o amistades.
Si necesita consejos sobre cómo hablar con su hijo sobre el alcohol y las drogas, o si piensa que su hijo ya está usando alcohol o drogas, hable con el profesional médico de su hijo, con la enfermera de la escuela o con expertos locales en salud pública.